ACCIÓN 3: INVITA DESDE EL PROPÓSITO

Cuando compartes tu historia, inspiras la de otros.

Tu rol como líder no es solo sumar gente por sumar gente o cumplir indicadores. Es transmitir una visión que conecte con el corazón. Por eso, es clave que, cuando invites a nuevas personas a ser parte de tu red, lo hagas desde el propósito y no desde la necesidad.

  1. Identificar a quien tienes enfrente.
    ¿Qué edad tiene? ¿Qué está buscando? ¿Qué tipo de vida lleva? ¿Qué dice y qué no dice?


    Ejemplo
    :

    Si es una joven de 22 años que trabaja en atención al cliente y está agotada, puedes abrir la conversación a partir de:
    “¿Alguna vez pensaste en algo donde tú marques tu ritmo? Porque esto te permite trabajar sin jefes y desde el celular.”

     

  2. Comparte tu historia con sinceridad.
    No hace falta exagerar ni disfrazar la realidad. Comparte lo que viviste, lo que superaste, lo que estás construyendo… eso es lo que realmente conecta.


    “Yo empecé sin saber mucho. Solo quería tener mi plata sin depender de nadie. Hoy manejo mi tiempo, mis ingresos… y hasta ayudé a una amiga a empezar a construir eso también.”

     

  3. Haz preguntas que abran el diálogo.
    En vez de convencer, deja que la otra persona empiece a imaginarse.

    “¿Te imaginas tener un ingreso que dependa de ti y no de un jefe?”
    “¿Qué harías si pudieras ganar plata sin dejar lo que haces ahora?”

Tip importante!

La decisión es más poderosa cuando la persona siente que fue suya. 
Tu objetivo es sembrar, no presionar.